El mar

400 kilómetros de costa y un océano para ti. La isla te permite aprovechar todas las ventajas de la talasoterapia. La salinidad del agua es constante (alrededor del 36 por ciento), y la temperatura se sitúa entre los 20 o 21 grados. Sus propiedades saludables son muchas. Tonifica y purifica, alivia tensiones respiratorias, libera de radiaciones estáticas, cura edemas y problemas en la piel.

La brisa marina hace su parte también, rica en yodo y oligoelementos. Relaja, limpia impurezas de la piel y oxigena la sangre. Caminar por la orilla con el agua hasta las rodillas o a la altura de las caderas trabaja la resistencia y fortalece tus músculos a la vez que beneficia tu salud cardiovascular. Y pisar sobre la arena o entre los callaos de la orilla mejora la circulación y estimula las zonas reflejas de los pies.

Por supuesto, nadar también es un excelente ejercicio para mantenerte en forma. Aunque un baño en el mar, ya sea en una playa, en un charco o en una piscina natural, es una oportunidad añadida para explorar tu propio cuerpo. Simplemente dejándote flotar boca arriba te beneficias de un efecto relajante instantáneo.