Centro Histórico de Tegueste

Situado dentro de una espectacular cuenca hidrográfica, Tegueste cuenta con una amplia riqueza natural donde viven especies únicas. Sucasco histórico, declarado conjunto histórico, ejercerá un magnetismo del que te será difícil escapar. El origen del municipio parece estar en la zona conocida como El Llano ya que disponía de unas condiciones orográficas propicias para el asentamiento sobre todo por su facilidad de acceso y disponibilidad de agua. Allí se erigió la primera ermita y a partir de ella el municipio comenzó a tomar forma.

Esa pequeña ermita que fue la piedra angular de todo el municipio se conoce hoy como Iglesia de San Marcos. Aprovecha para entrar y descubrir su aire antiguo y su imponente muestra de imágenes religiosas. A su lado encontrarás la sobria Plaza de la Arañita. Durante tu paseo no debes perderte la Casa del Prebendado Pacheco que fue la primera escuela pública en Tegueste gracias al empuje de su dueño, el prebendado Antonio Pereira Pacheco. En 1843 y tras un gran esfuerzo de los vecinos y del mismo Prebendado Pacheco, se comenzó por fin, la construcción del Antiguo Ayuntamiento que fue utilizado también como escuela, como alhóndiga o incluso como casa mortuoria. Si accedes a su interior encontrarás la actual sede del Juzgado de Paz.

Recorre el espléndido Camino de los Laureles lleno de restos de laurisilva y antiguas especies vegetales de Monteverde para sentirte como los habitantes de otros tiempos en los que las carreteras de la Isla no existían. Estos caminos conectaban los núcleos rurales de la isla como si su extensión fuera parte de la propia naturaleza. Precisamente junto a este camino podrás deleitarte con la Casa de los Tacoronte. Construido como un palacio señorial, encontrarás todavía flotando en su interior la bonita historia de amor entre la hija del Barón de Chasserieu y Eduardo de Tacoronte del que obtuvo su nombre.

Imagina la tensión que pudo vivirse dentro de la solemne Casa de la Audiencia cuando en 1583 una epidemia de peste azotó la Isla y los dirigentes del Cabildo se reunieron allí para tratar de buscar una solución al desolador panorama.

Atraviesa el legendario Puente de Palo que fue construido para evitar que el municipio quedara incomunicado cuando las lluvias anegaban los barrancos que lo rodean. Tuvo que ser reconstruido muchas veces debido a la fiereza de las aguas que descendían por el cauce.

Tómate un descanso en La Placeta que, enclavada en una encrucijada de caminos, siempre fue un lugar de encuentro de los vecinos. Cuenta con un Calvario de finales de siglo XIX y un chorro de agua del siglo pasado.

También puedes acercarte a descubrir la Finca de los Zamorano que cuenta con 6 hectáreas dedicadas a la siembra de vides, frutales y huertos ecológicos. Dispone de un lagar, una era, una zona para el arrastre de ganado (deporte vernáculo). En la propia finca encontrarás la Casa de los Zamorano, una antigua vivienda tradicional que constituye un excelente ejemplo de las casas de medianía de la zona y que actualmente es un Centro de Interpretación, donde el visitante puede descubrir cómo la utilidad agraria, formativa y deportiva pueden convivir en un solo espacio.